martes, 30 de enero de 2018

Estar salado


 
 
 
Hace muchísimos años, en vida de Abraham, (espero que sepan de quien hablamos), su sobrino Lot, aburrido de la vida pastoril y de algunas diferencias que tenía con su tío decidió, cual si fuera paisa, ir a vivir en una ciudad desarrollada y encontró en Google Earth un grupo de ciudades en las inmediaciones del Mar Muerto y a orillas del rio Éufrates que llenaban su aspiración: Sodoma, Gomorra, Adama, Zeboín y Segor.


Escogió vivir en Sodoma que era la más grande y desarrollada, así que se instaló allí con su esposa Edith, sus hijas y toda su servidumbre. Una vez establecido se dio cuenta que sus habitantes eran de la legión del arco iris.
 
¡Qué muchachos tan perversos!   Pensó.
 
Y se puso a rezar para pedirle al Señor que lo protegiera de esas gentes y para que no “se le fuera a mojar la canoa.” Yahveh por su parte ya había tomado la decisión de castigar a esas ciudades debido a su maldad y por ello envió dos ángeles para anunciarle a Lot la decisión e indicarle que pusiera pies en polvorosa con su familia, sus criados y todas las pertenencias que pudieran llevar.
 
Los ángeles eran dos muchachos muy queridos, así que cuando llegaron a Sodoma fueron asediados por muchos hombres que querían conocerlos y los siguieron hasta la casa de Lot y éste para protegerlos intentó disuadirlos de sus empeño ofreciendo a sus criadas o inclusive a sus hijas, pero insistían en que querían conocer a los muchachos, por lo tanto Lot debió ponerse enérgico para impedirlo.
Una vez superado el incidente, Lot recibió el mensaje de Yahveh que le trajeron los recién llegados, pero  no le cabía en la cabeza que todo el pueblo fuera igual y pidió un plazo para salvar a la ciudad  si había al menos cien buenos en la ciudad y la respuesta fue que si encontraba tan solo uno, la ciudad no sería destruida.
 
Así que salió a buscarlo y anduvo toda la ciudad y se percató que todos eran sodomitas. ¡Claro!, pensó: cómo no van a ser sodomitas si nacieron en Sodoma
 
Pasaron varios días dedicado a la tarea de buscar la que no se la había perdido, hasta que lo llamaron al orden, pues el que busca encuentra, no fuera que encontrara un muchacho bien bueno y se descarrilara. La orden fue la de abandonar inmediatamente la ciudad; deberían salir rápidamente sin mirar atrás so pena de ser convertido es estatua de sal.
 
Así que Lot le dijo a su mujer Edith, a sus hijas y a sus siervas que empacaran todo lo que pudieran en las mochilas, les dio las instrucciones pertinentes y tomaron las de Villadiego. A la salida Edith, muy curiosa como cosa rara, se retrasó del grupo y se detuvo a mirar el espectáculo; quedando convertida en estatua de sal[ii]. Según varios estudiosos, fue que la alcanzo una explosión que levantó una ola de sal procedente del Mar Muerto la cual cubrió todo cuanto había cerca quedando Edith como un paradójico homenaje a Príapo.
 
Aunque la sal se usa para dar sabor a los alimentos y por extensión a algo agradable como cuando a una mujer hermosa y muy agraciada se la califica de salerosa; también se usa la exclamación: ¡ese huevo quiere sal! cuando algún suceso está incompleto o en su narración quedan interrogantes. En la historia de Lot no parece que Edith haya quedado salerosa ni que la historia sea incompleta, a menos que “el desafortunado de Lot” sintiera que estaba salado por haber perdido a su amada mujer o que el “afortunado Lot” pensara que Edith estaba salada y él había quedado libre de la pesadilla de su mujer. Como todo es relativo en la vida, también pudo haber pensados que él y su esposa estaban salados.
 
La sal es un símbolo cristiano que se utiliza en el bautismo y tiene que ver con la vida eterna. La sal se emplea para conservar los alimentos y evitar su corrupción. Se podría entonces intentar una aspersión de sal en ciertos recitos y despachos públicos y privados donde pulula la corrupción.  
 
Pero cuando a un paisano le va mal en los negocios o invirtió en INTERBOLSA; está salado. Cuando en un juego de póker alguien cambia de puesto, o se sale alguien y entra un nuevo jugador, aquel que va ganando generalmente dice que lo van a salar.
 
Está salado en la parla ordinaria significa que todo le sale mal o que se está de malas.
 
En nuestra historia reciente, si se la compara con la del viejo Lot, estar salado fácilmente se puede  relacionarse con la sublevación de los comuneros comandados José Antonio Galán (1786). Luego de las capitulaciones que firmaron para levantar la insurrección, las cuales fueron negociadas por el arzobispo Caballero y Góngora, mismo        que una vez dejadas la armas, les dio la espalda y facilitó que detuvieran a los cabecillas y los ejecutaran desmembrando sus cuerpos para enviar sus partes a los pueblos sublevados como escarmiento y sus tierras regarlas de sal para que no pudieran producir nada sus herederos.  ¡Cualquier parecido con la coincidencia es pura realidad!

 
 
Francisco Arango Mejía
 

[i] "Los Mensajeros tranquilizaron a Lot diciéndole: “Ciertamente somos emisarios de tu Señor” (Corán 11:81)."
[ii] …entonces la mujer de Lot miró atrás, a espaldas de él, y se volvió estatua de sal.
Génesis 19.26



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