Escogió vivir en Sodoma que era
la más grande y desarrollada, así que se instaló allí con su esposa Edith, sus
hijas y toda su servidumbre. Una vez establecido se dio cuenta que sus
habitantes eran de la legión del arco iris.
¡Qué muchachos tan
perversos! Pensó.
Y se puso a rezar para pedirle al
Señor que lo protegiera de esas gentes y para que no “se le fuera a mojar la
canoa.” Yahveh por su parte ya había tomado la decisión de castigar a esas
ciudades debido a su maldad y por ello envió dos ángeles
para anunciarle a Lot la decisión e indicarle que pusiera pies en polvorosa con
su familia, sus criados y todas las pertenencias que pudieran llevar.
Los ángeles eran dos muchachos
muy queridos, así que cuando llegaron a Sodoma fueron asediados por muchos
hombres que querían conocerlos y los siguieron hasta la casa de Lot y éste para
protegerlos intentó disuadirlos de sus empeño ofreciendo a sus criadas o
inclusive a sus hijas, pero insistían en que querían conocer a los muchachos,
por lo tanto Lot debió ponerse enérgico para impedirlo.
Una vez superado el incidente,
Lot recibió el mensaje de Yahveh que le trajeron los recién llegados, pero no le cabía en la cabeza que todo el pueblo
fuera igual y pidió un plazo para salvar a la ciudad si había al menos cien buenos en la ciudad y
la respuesta fue que si encontraba tan solo uno, la ciudad no sería destruida.
Así que salió a buscarlo y anduvo
toda la ciudad y se percató que todos eran sodomitas. ¡Claro!, pensó: cómo no
van a ser sodomitas si nacieron en Sodoma
Pasaron varios días dedicado a la
tarea de buscar la que no se la había perdido, hasta que lo llamaron al orden,
pues el que busca encuentra, no fuera que encontrara un muchacho bien bueno y
se descarrilara. La orden fue la de abandonar inmediatamente la ciudad;
deberían salir rápidamente sin mirar atrás so pena de ser convertido es estatua
de sal.
Así que Lot le dijo a su mujer
Edith, a sus hijas y a sus siervas que empacaran todo lo que pudieran en las
mochilas, les dio las instrucciones pertinentes y tomaron las de Villadiego. A
la salida Edith, muy curiosa como cosa rara, se retrasó del grupo y se detuvo a
mirar el espectáculo; quedando convertida en estatua de sal[ii].
Según varios estudiosos, fue que la alcanzo una explosión que levantó una ola de
sal procedente del Mar Muerto la cual cubrió todo cuanto había cerca quedando Edith
como un paradójico homenaje a Príapo.
Aunque la sal se usa para dar
sabor a los alimentos y por extensión a algo agradable como cuando a una mujer
hermosa y muy agraciada se la califica de salerosa; también se usa la
exclamación: ¡ese huevo quiere sal! cuando algún suceso está incompleto o en su
narración quedan interrogantes. En la historia de Lot no parece que Edith haya
quedado salerosa ni que la historia sea incompleta, a menos que “el desafortunado
de Lot” sintiera que estaba salado por haber perdido a su amada mujer o que el
“afortunado Lot” pensara que Edith estaba salada y él había quedado libre de la
pesadilla de su mujer. Como todo es relativo en la vida, también pudo haber
pensados que él y su esposa estaban salados.
La sal es un símbolo cristiano
que se utiliza en el bautismo y tiene que ver con la vida eterna. La sal se
emplea para conservar los alimentos y evitar su corrupción. Se podría entonces
intentar una aspersión de sal en ciertos recitos y despachos públicos y
privados donde pulula la corrupción.
Pero cuando a un paisano le va
mal en los negocios o invirtió en INTERBOLSA; está salado. Cuando en un juego de póker alguien cambia de
puesto, o se sale alguien y entra un nuevo jugador, aquel que va ganando generalmente
dice que lo van a salar.
Está salado en la parla ordinaria
significa que todo le sale mal o que se está de malas.
En nuestra historia reciente, si
se la compara con la del viejo Lot, estar salado fácilmente se puede relacionarse con la sublevación de los
comuneros comandados José Antonio Galán (1786). Luego de las capitulaciones que
firmaron para levantar la insurrección, las cuales fueron negociadas por el
arzobispo Caballero y Góngora, mismo que
una vez dejadas la armas, les dio la espalda y facilitó que detuvieran a los
cabecillas y los ejecutaran desmembrando sus cuerpos para enviar sus partes a
los pueblos sublevados como escarmiento y sus tierras regarlas de sal para que
no pudieran producir nada sus herederos.
¡Cualquier parecido con la coincidencia es pura realidad!
Francisco Arango Mejía
[i] "Los
Mensajeros tranquilizaron a Lot diciéndole: “Ciertamente somos emisarios de tu
Señor” (Corán 11:81)."
[ii] …entonces
la mujer de Lot miró atrás, a espaldas de él, y se volvió estatua de sal.
Génesis 19.26
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