jueves, 17 de enero de 2019

FUNDILLO


El término fundillo no significa por antonomasia que se esté hablando de un fundo pequeño, esto a  pesar de que latifundio tenga que ver con  un fundo grande; con todo hay muchos paisas que son latifundistas sin que signifique que sean tan ricos. 

Esta palabreja, tan paisa como la arepa, es para el Diccionario de la Real Academia una derivación de fondillo, o sea, la parte trasera de los calzones o pantalones.

La derivación fundillo se aplica a la parte inferior del vaso o de la botella; también en la tierra paisa es el trasero, las nalgas, las asentaderas, el cuarto trasero, el pompis, las posaderas, el poto, el culo o el tafanario.

Antaño, cuando un hijo hacía una travesura inconveniente, se portaba mal, no obedecía o tenía mal rendimiento en la escuela, la mamá le amenazaba con el sicólogo, diciéndole: “prepare el fundillo mijo que su papá está que llega”. En esa época era la correa quien hacía las veces de tan educado profesional.

No obstante, el fundillo ha sido objeto de admiración de los hombres hacia las mujeres ya que es tal vez la parte del cuerpo femenino que observan primero los paisas. En este aspecto hay una especie de jerarquía que podemos simplificar: fundillo, piernas, cara, cintura, cabello y así sucesivamente hasta llegar al etcétera.

En realidad esta no es una exclusividad de los paisas, sino que obedece a una creencia ancestral desde hace más de 10.000 años, y que coincide con la revolución agraria según la cual la mujer de caderas anchas es más apta para tener una gran prole. 



Antes de la revolución agraria los humanos era nómadas recolectores y por ello no había mucho interés por tener una gran prole difícil de trasladar y de alimentar, en cambio el ejercicio de la agricultura trajo el sedentarismo y la necesidad  de mucha mano de obra.

Lo anterior explica la necesidad de que la mujer pudiera tener muchos hijos, pues además de la mano de obra requerida por la agricultura, la mayoría de los niños morían antes de cumplir 5 años.

Tal vez esa puede ser una explicación del por qué hoy tal creencia no existe y el papel de la mujer va cambiando.

Por lo demás existen varios tipos de fundillo:

  • De quien es muy escuálido se dice que tiene más fundillo un gato empinado.

  • Del viejito a quien le quedan los calzones como colgados de un gancho se dice que se la acabó el fundillo o que es “culichupao”. 

  • De quién tiene esteatopigia (grasa en las nalgas) se dice que tiene fundillo de rellenera, haciendo alusión a las señoras que fabricaban la morcilla en el barrio Tenche; quienes usualmente eran de amplias caderas.

  • De quienes son “muy estirados” y se creen bajados del cielo, es decir, muy presumidos y muy conservadores  se dice que son de dedo parado, sonrisa mariana y fundillo aristocrático.

  • Cuando alguien es un borrachín se dice que no se para de una mesa sino cuando le ve el fundillo a la botella.

Francisco Arango Mejía






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