domingo, 4 de junio de 2017

Uno cuantos chistes paisas








Algunos cuentos para recordar, no tiene nada de novedosos, pero si dan cuenta de como es el humor paisa.


Discurso inaugural


Cuentan que cuando se prendió la luz eléctrica en Medellín, el acto inaugural se llevó a cabo en el parque de Berrio y luego de los discursos de las autoridades locales, salió a la mitad del parque un reconocido personaje a quien apodaban Marañas y concluyó el acto mirando a la luna y gritándole ¡ahora si te jodites. ¡YTe vas a tener que ir a alumbrar a los pueblos!


De loquitos


El Doctor Lázaro Uribe Calad fue por mucho tiempo director del manicomio de Medellín que estaba situado el barrio Aranjuez. Acerca de él se tejieron historias y chistes cobre su estado estado mental.

Al respecto, comentaban que todos los días llegaba muy puntual a trabajar y su saludo para los loquitos era: Señores Uribes, ¿cómo amanecieron?


Apérese

 ¿Qué se necesita para ir de aquí a Manizales? - Preguntaba un forastero en Andes. Y la respuesta fue: Una mula y dos culos.


Buen tratamiento

Del doctor Ricardo Jaramillo Arango, ilustre médico sonsoneño ejercía su apostolado en Manizales donde se ganó el corazón del pueblo. Sobre él se cuentan cuentos con mucha sal.


Una noche lo llamaron de una casa para que viera a la sirvienta que estaba enferma.

El doctor Jaramillo entró a examinarla y mandó salir a todo el mundo del cuarto.

Cuando estuvieron a solas ella le dijo:

-Yo no tengo nada doctor, es que no quiero trabajar porque me deben tres meses atrasados...

- ¿A, si?....., contestó el doctor. Entonces correte pal rincón yo también me acuesto, que a mí hace dos años no me pagan.


Instrucciones

Se cuenta de Roberto Marulanda, quien siendo el gobernador de Caldas, recibió una llamada urgente de larga distancia y al ponerse al teléfono oyó la voz excitada de un alcalde de pueblo que le decía:

- ¡Doctor, por Dios! ¡En esta ciudad acaba de estallar una revuelta! Llamo a pedir instrucciones.

Y Don Roberto dizque le contestó pausadamente:

- Vea hombre: Ni yo soy doctor… ni eso allá es ciudad… Ni hay tal revuelta; si hay cuatro o cinco borrachitos molestando, métalos a la cárcel.

Y colgó.


Así si…

Bregaban a ponerle un lavado a un bobo, pero éste no se quería dejar….

- vea m'hijo, - le decía la vieja- Déjeselo poner, qu'el médico dijo-

- No mamá, No…

- vea m'hijo, qu'es pa que se alivie….

- No mamá, No…

- vea m'hijo, qu'es un lavaito de aguapanelita tibia….

- ¿Di'aguapanela? Preguntó el bobo. Buenos, di'aguapanela si me lo dejo poner; pero si me le migan quesito


En el confesionario


-Padre, me acuso de haberme acostado con el cura de la iglesia que hay enfrente.
-Está bien, hija, reza un par de padrenuestros... Pero la próxima vez, ¡recuerda que esta es tu parroquia!


Apellidos

Un mister que vino hace muchos años a estas montañas de Antioquia y que recorrió a lomo de mula buena parte del departamento, decía:

- Oh, los apellidos mas comunes en Antioquia ser Jaramillo y Estanquillo.


Venga acá

Una señora le mandó decir al padre Castrillón que si le podía prestar un librito, como una vida de santos o algo así, para leer en los raticos que le quedaban.

- Vea mijo - contesto el cura -. Dígale a su mamá que yo no presto libros, porque no me los devuelven, pero que cuando quiera leer que bien pueda venir aquí.

Pasó el tiempo. Un día el obispo de Santa Rosa anunció visita y el cura andaba a las carreras de arreglar todo. Y le mandó razón a la señora, que le prestara la escoba.

- Vea mijito: dígale al padre que yo no presto las escobas porque no me las devuelven; pero que cuando quiera barrer, que bien pueda venir aquí.


Francisco Arango Mejía







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